domingo, 25 de septiembre de 2016

Las leyes burguesas y la violación. Por Anuradha Ghandy.

Cambios en la Ley de Violación
Anuradha Ghandy



“No hay nada nuevo en que las mujeres sean violadas. Ha sucedido durante años” – Ministro de Defensa, George Fernandes, durante el “Debate Gujarat” en el Parlamento.

A la vez que este rechazo insensible de uno de los más atroces crímenes contra la mujer es indignante, es también representativo de la actitud general hacia la violación - de la sociedad, del Estado, de los poderes fácticos. A lo largo de la Historia, desde la época de la esclavitud hasta la era del imperialismo, pasando por el feudalismo y el capitalismo, ha habido un apoyo no escrito a la creencia de que la mujer puede y debe ser "tomada por la fuerza". Desde el comienzo de las sociedades clasistas y del patriarcado, la violación no sólo ha sido un arma para "mostrar a las mujeres cuál es su lugar"; ha sido usado también para darle una lección a comunidades enteras, como un instrumento de movilización política, para motivar a la comunidad en conflictos armados, como represión contra movimientos sociales, como un acto de agresión por parte del enemigo en la guerra. Qué ironía: si bien las mujeres han tenido poco o nada que decir en la toma de decisiones, son ellas quienes sufren las consecuencias... tienen sus cuerpos maltratados, sus mentes destrozadas. Debido a la presión del creciente movimiento de la mujer, ha habido cambios en las leyes sobre violación, se han establecido "rape crisis centres" [lugares en los que se ofrecen ayuda a las víctimas de agresiones sexuales] y ha habido algunos cambios de actitud en los medios de comunicación de los países imperialistas. El número de violaciones realizadas en estos países (superior al de violaciones reportadas) todavía continúa siendo alto, mostrando que la violación es parte integral del patriarcado y del sistema de clases.

Recientemente, las leyes sobre violación han vuelto a ser revisadas. La "Comisión de Derecho" ha dado una serie de recomendaciones, algunas de las cuales ya han entrado en vigor. El caso reciente de una estudiante universitaria del Colegio Médico "Maulana Azad" en Delhi que fue violada a plena luz del día en el centro de la ciudad conmocionó a todo el país. Una vez más, el Ministro del Interior, L.K. Advani de cara a la galería comenzó pidiendo a gritos la pena de muerte para el violador mientras George Fernandes cambió totalmente su anterior postura, declarando que los violadores deberían ser disparados. El movimiento de la mujer, sin embargo, ha reaccionado fuertemente a esto, argumentando que la pena de muerte difícilmente puede ser la solución. Hemos visto que cuanto mayor sea el castigo proporcionado, menores serán los casos en los que se produzcan condenas. Cuando la tasa de condenas es tan baja esto seguramente no ayudará.  Algunos consideran que la mujer puede ser asesinada después de ser violada si la pena para ambos delitos es la muerte. Además, la vinculación del acto de la violación con el asesinato, como el BJP está haciendo, refuerza aún más el punto de vista feudal de que una mujer violada es tan buena como una muerta y no tiene ninguna razón para vivir.

En lugar de la pena de muerte, son cambios en la actitud y en los procedimientos los que se exigen. Sin embargo, es muy irónico que en la India hayamos estado siguiendo una ley sobre violación redactada por los británicos en 1860, y que incluso después de la transferencia de poder no ha sido cambiada, mientras los propios británicos han modernizado sus leyes sobre violación. Sólo después del caso de la violación de Mathura y del crecimiento del movimiento de la mujer en la India se han cambiado las leyes sobre violación por primera vez en 1983. Se ha fijado un castigo mínimo de 5 años y, en casos de violación bajo custodia, la carga de la prueba (de probar su inocencia) está en el acusado. Ahora, la Comisión de Derecho, en 2002, ha hecho varias recomendaciones: los actos correspondientes al interrogatorio se han modificado, de manera que el historial de la víctima no se toma en consideración y la necesidad de un "correcto historial" no se convierte en un factor que perjudica a la víctima. No obstante, para entender las leyes y los cambios propuestos es necesario examinar la política de violación y cómo el patriarcado se manifiesta a través de ellas. Además, a pesar de la Ley y de la supuesta preocupación del Estado por la seguridad de las mujeres, el "Centro Nacional de Investigación Criminalística" indica que el número de violaciones se ha incrementado desde 15.330 en 1997 hasta 16.496 en el año 2000. Incluso, según Veena Goswami, consejero legal de la Comisión de la Mujer de Delhi, sólo el 20% de las violaciones son reportadas. Alrededor del 30% de las víctimas son presionadas para retirar sus denuncias. Algunos casos de violación están 10 ó 15 años en los tribunales, y sólo el 4% de las víctimas obtienen justicia.


La violación a lo largo de la Historia

Analicemos cómo se ha utilizado la violación como arma de subyugación/sometimiento en la antigua India y en la sociedad medieval feudal. El folleto publicado por el PUCL y DR, llamado Violación, Sociedad y Estado, rompe con el mito, propagando hoy en día por las fuerzas Hindutva (hinduistas), de que la mujer en la antigua India disfrutó de un alto estatus. El hecho  es que en ningún momento de su vida la mujer ha disfrutado de independencia - el hombre ha sido su amo y ha ejercido sus derechos, bien obligando a su esposa a cohabitar con quien él quisiera o a tener hijos, como el impotente Pandu hizo con sus dos esposas, bien para apostarla, como Dharamraj Yudhishthir hizo a Draupadi, o para expulsarla de su reino, como el "gran" señor Rama hizo a Sita. Incluso en el "Rig Veda", el concepto de la utilidad de la mujer se basa en su sexualidad. Después de crear el hombre, el "gran" Prajapati, "señor de todas las criaturas", creó a la mujer:

"Voy a hacerle una morada (a la simiente)” y creó una mujer. Tras crearla, la puso debajo y la veneró. Por lo tanto, póngase a la mujer debajo y venéresela. Él extendió su órgano eyaculador, y con éste la preñó." [Bhradaranyak Upanishad, Brahmana IV, ii].
Que la violación no fue solamente permitida sino también promovida es evidente por el verso que sigue. En el caso de que una mujer no ceda a pesar de los halagos y sobornos, se aconseja al hombre que "debe golpearla con un palo o con su mano y triunfar sobre ella, diciéndola "con poder, con gloria, yo arrebato tu gloria"". Así, la mujer se convierte en un ser despreciable. El violador no sufre ninguna estima. El gran maestro de los dioses, Brhaspati, no sufre ningún castigo por violar a una mujer casada -el castigo cae en su hijo, que nace ciego.

La misma importancia dada al honor y a la contaminación de la pureza femenina, como instrumentos de degradación del nombre de la familia, aparece en el feudalismo europeo. De hecho, la palabra "violación" procede del verbo francés "raper": robar. Mientras que el asalto sexual es un acto de agresión al cuerpo y la mente de la mujer, la palabra no hace referencia a este ataque violento contra sus derechos (respecto a su sexualidad); más bien, le da importancia a su "honor", que le ha sido robado. Y,  de nuevo, no es su honor lo que preocupa a la sociedad sino el de su hombre, el de su familia. ¡En el Derecho antiguo, el castigo a la violación era mayor si la víctima estaba casada y menor si estaba soltera! Comparando la historia con la situación en la India actual, se llega a una única conclusión: ¡qué buenas son las fuerzas de "Hindutva" (las fuerzas hinduistas) reviviendo nuestro pasado "glorioso"! ¡Con qué sinceridad han emulado a los dioses en palabras y hechos en la carnicería contra los musulmanes en Gujarat! La ley, incluso hoy en día, está escrita de tal forma que, en lugar del acusado, es la víctima de violación la que tiene que mostrar indirectamente su inocencia. Es la única ley en la que el delito se contagia a la víctima. La víctima es víctima dos veces.

Para entender las demandas de cambios en las leyes de violación, debemos entender cómo la violación es un instrumento de agresión y represión. En primer lugar, como Engels ha señalado en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, la opresión de la mujer se institucionaliza tras el desarrollo de la propiedad privada y la sociedad de clases. La institución de la familia es una de las principales instituciones que producen y reproducen el patriarcado.  

Como señala Engels, con el fin de transmitir la propiedad del marido a sus herederos legítimos, se colocaron diversas restricciones sobre la sexualidad de las mujeres. El burka o el velo, las diversas normas sociales que restringen la libertad y la independencia de las mujeres, están relacionadas con esto. La reducción de las mujeres a la servidumbre y a la esclavitud no sólo ayudaron a apropiarse de su trabajo, sino que también ayudaron a preservar el patriarcado. Por lo tanto, en la sociedad ‘gentil’ o de las clases propietarias, una mujer era propiedad exclusiva de su familia y, para ella, ser vista por otros hombres era una deshonra para su familia. En los días de la "caballería", era el deber de los hombre del clan o la comunidad proteger el honor de sus esposas, y una afronta a sus mujeres implicaba un llamamiento a las armas, desde duelos privados hasta disputas familiares y guerras. El honor era tan importante que la mujer debía cometer suicidio o sati (la palabra sánscrita ‘sati’ se refiere al rito o acto en el cual una mujer se inmola en la pira funeraria del recién fallecido marido, o al sujeto (en la mayoría de los casos una mujer) que ejecuta la acción de inmolarse) para salvaguardarlo; los padres debían matar a sus hijos para preservarlo. Muchas de estas normas feudales aún existen en las sociedades semifeudales y semicoloniales actuales, y su influencia persiste en las sociedades capitalistas avanzadas.
Con el advenimiento de la sociedad de clases y el patriarcado, el Estado que surgió defendió esta desigualdad y la explotación. Todos sabemos cómo, en el día de la formulación de la ley temprana, el castigo por el asesinato de un miembro de la clase propietaria era más alto que el castigo por asesinato de un plebeyo. Es decir, la clase de la víctima es tomada en consideración. Hoy en día la misma actitud prevalece en la sociedad de una manera no escrita, incluso es casi un aspecto escrito o regular de la ley de violación -  se hacen preguntas acerca de los antecedentes de la víctima. Aunque no debería importar legalmente o de otro modo, si la mujer violada es una prostituta o una “mujer de buena virtud”, se intenta "manchar" el carácter de la mujer para mostrar que hubo consentimiento por su parte en el acto sexual. A medida que el patriarcado se desarrolla en la sociedad, se desarrollan normas sociales para permitir los crímenes de los hombres contra las mujeres; de hecho, para transferir la culpa a las propias mujeres. Por ejemplo, golpear a la esposa aún se justifica en la sociedad. Cualquier mujer que cuestione cualquier acto equivocado de su marido o de su familia, es atacada violentamente, física o verbalmente. El código de Manu, en la antigua India, advierte al hombre de la naturaleza seductora e inmoral de la mujer, echándole la culpa a ella de las aventuras sexuales del hombre; tanto es así que incluso hoy la esposa acusa a la amante de las relaciones extramaritales de su marido. En la misma línea, la agresión sexual en la mujer se justifica con “ella se lo buscó”. Una mujer debe vestir de una manera particular: ropa que eligió para salir ella sola, para ir a trabajar o hacer algo, ropa que provocó que el hombre la violara. La actitud que prevalece en la sociedad es la que necesita ser cambiada antes de esperar cualquier cambio significativo en la ley y la justicia. Precisamente esta actitud es la que domina el Estado, el poder judicial, las fuerzas armadas y la maquinaria de la policía y los medios de comunicación. En otras palabras, los cambios en la ley serán puramente cosméticos a menos que haya un cambio revolucionario en la sociedad y en el pensamiento de la gente, de lo contrario, la violación a las mujeres continuará siendo utilizada como arma de represión y sometimiento.


La violación como sometimiento.

La violación es un tipo de violencia que tiene múltiples efectos sobre la víctima y puede dañar su psique hasta el punto de llevarla al suicidio. Después de sufrir la brutalidad física del acto, cometido a menudo de manera sádica, viene el trauma emocional. Este trauma se magnifica debido a las actitudes sociales que disuaden a las mujeres a hablar y a luchar contra la violación, que las señalan como criminales y no como víctimas. La cultura tradicional representa a la mujer violada como condenada de por vida, que no tiene otra opción que la prostitución o el suicidio. De hecho, el mismo informe, se hace referencia más arriba, dice que una encuesta realizada por la Federación de Amas de Casa de la India (en la década de 1970) muestra que el 80% de las mujeres entró en la institución de la prostitución, en primera instancia, como víctimas de violación. Una víctima no puede casarse si está soltera. El estigma asociado es tan fuerte que no sólo es que las mujeres duden en presentarse y reportar los casos y luchar por la justicia a través de los tribunales, sino que ellas mismas sienten que están contaminadas, estropeadas, derrotadas. Afortunadamente, algunas de estas actitudes están cambiando a medida que más mujeres hablan. Esto se observó cuando los equipos de investigación visitaron Gujarat y las innumerables víctimas de violación de origen musulmán tradicional, tuvieron el valor para describir con detalle sus experiencias y luchar por la justicia. 

Detrás de los innumerables casos de violación, que son considerados manifestaciones de la lujuria incontrolada del violador, se refleja una psique que dice que las mujeres deben ser vistas como objetos sexuales y que su razón de ser es satisfacer los deseos sexuales de los hombres y dar a luz a niños. La identificación de las mujeres con sus funciones sexuales y reproductivas es un tipo de condicionamiento social para niños y niñas que están creciendo. Esto es útil para las clases dominantes, como el valor de la contribución de las mujeres a la fuerza de trabajo a través de la función reproductiva, la cual sigue siendo infravalorada. El tratarlas como objetos sexuales ayuda a mantener a la mitad de la población sometida. Un gran número de violaciones se producen dentro de la familia o de la familia extendida, por los vecinos. Los niños, las niñas y las viudas son dependientes y dentro de las relaciones de trabajo son inseguras y explotadas. También se producen en gran medida debido a los esfuerzos de los machos en afirmar, establecer y reafirmar su poder en la lucha de género. Las tendencias sociales y culturales degeneradas, debido a la persistencia de la cultura feudal y el crecimiento de la penetración imperialista, han incrementado la violencia sexual contra la mujer. Debido a la cosificación de la mujer en los medios de comunicación, en las industrias de belleza, la moda, en el entretenimiento y en el turismo, las mujeres y las niñas son  más vulnerables a la violencia sexual.

La violación se utiliza como un instrumento para el mantenimiento de la clase, la casta, las distinciones raciales y éticas y la jerarquía. Si bien esto ha ido ocurriendo a partir de la sociedad de esclavos, podemos ver que incluso en la era de la esclavitud moderna en los Estados Unidos las mujeres negras eran violadas con facilidad, debido a las nociones de supremacía racista y también para mantener la comunidad etire en cautiverio. En la India, en algunas partes de Bihar y Telengana, el terrateniente mantuvo el derecho de ser el primero en mantener relaciones con la novia recién casada de las castas más bajas y de los campesinos sin tierra. En Maharashtra y en otros lugares, el sistema Devadasi lleva a las jóvenes a ofrecerse a los sacerdotes de los templos como prostitutas, debido a la fe ciega y a la pobreza. Otras niñas de las castas más bajas han sido tradicionalmente cantantes y bailarinas que trabajaban como prostitutas en las zonas rurales. Las dalits son consideradas propiedad común. La violación a ellas es tolerada por la sociedad y el Estado hace la vista gorda. En las zonas en proyecto de desarrollo, las niñas de tribus son capturadas y violadas por los contratistas no tribales que van allí a trabajar. En las áreas de trabajo, las trabajadoras pobres, las mujeres soleras, las indigentes, las trabajadoras domésticas y, a veces incluso, las trabajadoras de salud en las zonas rurales, son violadas siendo conscientes de que la clase del violador lo salvará del castigo, mientras que la víctima es privada de la justicia. 

La violación se utiliza como método de afirmación del poder político sobre una comunidad, la casta, o las pobres en general. La policía, los burócratas y los señores feudales en las zonas atrasadas violan a las mujeres del pueblo con impunidad. Las castas-élites superiores usan la violación para humillar a una comunidad Dalit que se muestra cada vez más firme o para suprimir la creciente afirmación de la mujer. La "violación bajo custodia" es muy frecuente, con la policía humillando a las personas que están arrestadas. En zonas en conflicto de clases, el ejército, las fuerzas paramilitares y la policía rutinariamente violan y humillan a mujeres que luchan por la justicia. Esto se vería durante la guerra de Vietnam, en Bosnia y en África, entre otros lugares. En la India se ve en Kashmir, el noreste, Telangana y en el movimiento naxalita. Incluso en movimientos pacíficos como el que hay contra la construcción de la presa de Namada las mujeres han sido violadas.

Hoy en día, con el ataque de las fuerzas de Hindutva contra las minorías, ciento de mujeres de las minorías han sido violadas y asesinadas con el respaldo del Estado en Gujarat. Incluso antes de esto, durante los disturbios comunales, las mujeres han sido violadas para dar una lección a la comunidad o para instigar/motivar a otra comunidad a luchar. Así, las monjas fueron violadas en Jhabua, Madhya Pradesh, para darle una lección a los misioneros cristianos; mientras que las mujeres Dalit son violadas para advertir a la comunidad de las consecuencias de reclamar dignidad y respeto.


La violación y la ley.

Pasando por las leyes existentes contra la violación, primero vamos a confrontar la mayor ironía: ¿quién es el que lucha por la víctima de violación, en contra del acusado? Nada menos que el Estado burgués, uno de los más grandes autores de la violencia contra las mujeres, cuyo objetivo es mantener el statu quo del patriarcado. Aunque aparenta ser un Estado del bienestar, uno que posee la responsabilidad de hacer justicia a la mujer agraviada, ella, como tal, no tiene voz real en la lucha, en su caso. La víctima de violación es un mero testigo de su caso. Su destino depende de la piedad de la policía, que realiza la panchanama [la transcripción de la declaración, del testimonio de los hechos], del fiscal, del funcionario del gobierno, del juez y otros representantes del  Estado, cuyas mentes están llenas de la ideología de su clase/casta y de los prejuicios patriarcales y cuyos bolsillos están llenos de dinero no contabilizado.

A continuación podemos examinar las diversas lagunas en la ley, que dan cuenta de la baja tasa de condenas en casos de violación. En primer lugar, ¿qué constituye el delito de violación de acuerdo con la ley? De acuerdo con la Sección 975 del Código Penal de la India, la violación se comete cuando un hombre tiene relaciones sexuales con una mujer contra su voluntad o sin su consentimiento. Teniendo en cuenta los sesgos patriarcales del poder judicial y otras alas del aparato estatal, invariablemente acusa a la víctima de ‘floja’, de ‘provocativamente vestida’, etc., esta cláusula actúa como una escapatoria para el culpable.

 El castigo normal para la violación es un mínimo de 7 a 10 años de prisión y, el máximo, cadena perpetua con una multa. El tribunal tiene el poder de imponer una sentencia por debajo de la mínima. Para ello, debe explicar las razones especiales para dar una pena más leve en su sentencia. No hace falta decir que los tribunales lo hacen en cualquier oportunidad que tengan para hacerlo. O bien el violador es tolerado por ser demasiado viejo o demasiado joven, temiendo que su futura vida pueda echarse a perder, o porque él es el único sostén de su familia y esto debe ser considerado. Y así sucesivamente. La ley prevé penas más severas, es decir, una pena de prisión de 10 años o por vida, además de una multa, en virtud de las diversas circunstancias de la "violación bajo custodia", de la responsabilidad de la violación de una mujer embarazada, de una chica menor de 12 años y las violaciones en grupo. Incluso en estos casos especiales, el tribunal tiene el derecho de otorgar pena más leve, mientras que dé razones adecuadas. La sección 354 del IPV se ocupa del ultraje a la decencia de la mujer, que es un delito conocible, susceptible de fianza y con un castigo de hasta dos años.

La causa de la defensa se basa en probar que la relación sexual no fue en contra de su voluntad. La palabra de la víctima, de que ella no dio su consentimiento, no es considerada válida (excepto en el caso de "violación bajo custodia" policial y de violación a un niño/niña). Mientras que un acto como una violación puede no tener testigos, la víctima ha de probar que ella dio la voz de alarma y puso resistencia. La actitud de los jueces, tal como se refleja en las sentencias, es material para el humor negro; a veces un juez considera la falta de lesiones en el cuerpo como prueba de que ella dio su consentimiento, mientras que en otros casos la descripción detallada de la resistencia escrita por una víctima es considerada como demasiado detallada para ser cierta.  

Por lo tanto, diez años después de los cambios que habían tenido lugar en 1983, se inició otra campaña para los cambios en la ley de violación. En los últimos cinco años, numerosos talleres realizados por grupos de mujeres, centros de asistencia legal y mujeres abogadas han originado propuestas de cambios. Estas propuestas se han dado a la Comisión de Derecho (LCI) que, a su vez, han tenido en cuenta sus recomendaciones a las autoridades. Recomendaciones que eran el resultado de una batalla legal emprendida desde 1994 por una ONG llamada Sakshi en Nueva Delhi, enfrentándose a un caso de abuso sexual de una menor de ocho años de edad a manos de su padre, un funcionario gubernamental. En el transcurso de la causa, el Tribunal Supremo instó a la LCI a revisar las leyes de violación existentes y recomendó una serie de cambios que incorporan los intereses tanto de la mujer como de los niños y niñas. Junto con Sakshi, el IFSHA (Intervenciones para Ayudar, Curar y Concienciar), toda la Asociación Democrática India de la Mujer y la Comisión Nacional de la Mujer (todas las organizaciones que buscan reformas dentro de las estructuras de poder existentes) fueron consultadas y dieron sus sugerencias.
Cambios recomendados por la Comisión de Ley en el Código Penal Indio, 1860 sección 975:

          1. El primer cambio importante recomendado por la Comisión de Ley es que la palabra "violación" sea reemplazada por "asalto sexual". Esta se ha incluido en una sola categoría junto al "delito contra el pudor". Anteriormente, la vaga definición e interpretación del término se había convertido en una excusa para apelar al castigo más ligero. Por ejemplo, en un caso, en el cual un "Major Singh" había abusado de una niña de siete meses de edad, cada juez tenía un punto de vista diferente del asunto. Un "docto" juez preguntó cómo una niña podía tener algún pudor y estar indignada por lo sucedido. Mientras que otro juez preguntó si el pudor residía en los ojos del testigo y si su intención era ultrajar/deshonrar al Major Singh.
 
          2. En segundo lugar, en lugar de restringir la violación a las relaciones sexuales, ahora otros actos sexuales, incluyendo la penetración con objetos como palos (a menudo usada en la tortura policial o en disturbios populares), serían considerados asalto sexual. Esto también se hace teniendo en cuenta la violación de niños, donde puede no haberse dado la penetración pene-vagina. Se recomienda insertar una nueva sección (376E) en el "Contacto Sexual Ilegal", mientras que en la Sección 977 (la relación homosexual como una ofensa natural) se recomienda que el Fir [un documento escrito preparado por la policía a partir del cual la policía comienza a investigar un caso] sea hecho por una mujer policía o mujer funcionaria del gobierno o en presencia de una trabajadora social, y que haya cambios en el examen médico de la víctima y en el modo de grabación de confesiones y declaraciones.

Está claro que los cambios anteriores continúan dejando un amplio margen y muchas lagunas -por ejemplo, una mujer tiene que probar que ella no dio su consentimiento y también dar una prueba clara de esto. La Comisión de Ley no ha aceptado que el "consentimiento" se reemplace por "acuerdo voluntario inequívoco". No se reconoce la violación en el matrimonio. Además, una campaña está comenzando a protestar contra otro inconveniente de las recomendaciones - que la ley tiene un género neutral. Teniendo en mente el abuso sexual infantil, que incluye el abuso de chicos, la ley posee un género neutral. La ley propone agrupar a las mujeres, los niños y los homosexuales, cada uno de los cuales está oprimido de diferentes maneras, en la misma categoría. Buscando ampliar los alcances del abuso sexual, esta recomendación solamente complica las cosas. Permite que los hombres acusen a las mujeres de asalto sexual. 

La sociedad india tiene un fuerte sesgo patriarcal... y el nivel de la política está tan degenerado que no es fantasioso pensar que tal recomendación será usada erróneamente. Más seriamente, el punto es que cada una de estas categorías presenta sus especificaciones y necesidades especiales; el abuso sexual infantil es un problema social importante en la India, y se necesita también una ley separada para afrontarlo. El asalto y abuso homosexuales son un asunto en el cual se han realizado recomendaciones sin consultar a los interesados y sin discutir los problemas que ellos afrontan. Lo más importante en la India, donde el asalto físico y sexual de las mujeres está tan extendido, y donde está social y políticamente legitimado: ¿cuál es el propósito de cambiar las disposiciones sobre violación para que sean neutrales al género?  Este enfoque está divorciado de la realidad social y política india. Muchos grupos de mujeres se han opuesta a la recomendación.

En cuanto al castigo por asalto sexual, la LCI recomienda el aumento de la pena mínima a siete años. Con respecto al asalto sexual por parte de un policía o de un funcionario público, por ejemplo violación bajo custodia, y en el caso de asalto sexual, se recomienda elevar la pena mínima hasta diez años. En la sección 376A se recomienda que si un hombre que está separado de su mujer comete asalto sexual contra ella, la pena mínima sea de dos años. La sección 376 D, perteneciente al asalto sexual por un funcionario público, director general de prisiones y de centros de detención preventiva, personal de hospital o cualquier miembro de la administración con una mujer en su custodia/institución/hospital recomienda que la pena mínima no sea menor de cinco años. Se sugiere añadir una nueva sección 376E para el contacto sexual ilegal (llamado coloquialmente acoso callejero) y se recomienda la prisión menor como castigo.

Cambios recomendados en The Indian Evidence Act 1972: Sección 114A:
Se recomienda que si se prueba que los acusados cometieron asalto sexual, y se sostiene la cuestión del consentimiento, entonces, si la víctima afirma que no dio su consentimiento, el tribunal supondrá que no lo dio. Secciones 53 y 146, en relación con el carácter pasado de la víctima, han sido modificadas. 
¿Cómo se pueden comparar las leyes de violación en India con las de otros países? En Filipinas, donde ha habido un fuerte movimiento de la mujer, ha habido algunos cambios positivos. Las nuevas leyes reconocen que la violación no es un crimen contra la castidad sino un crimen contra las personas y la cuestión de los derechos humanos. Expanden la definición de violación para incluir el asalto sexual y crea en éste dos categorías, una más grave que la otra. Implícitamente reconoce la violación en el matrimonio como un crimen. En EEUU, donde ha habido un movimiento de liberación de la mujer muy fuerte en los años 60 y 70, también han cambiado las leyes de violación. En 1984, un tribunal de Nueva York consideró inconstitucional la exención de la violación dentro del matrimonio. 

Algunos otros países, como Rusia, Suecia, Dinamarca y Australia, permiten el procesamiento del marido por violar a su esposa. Sin embargo, nos encontramos con que tanto en Estados Unidos como en Filipinas hay una tasa muy alta de violencia sexual contra la mujer, lo que confirma nuestra concepción de que sin un cambio revolucionario en las relaciones de clase y sin la erradicación del patriarcado, el asalto sexual contra la mujer no cesará. En el contexto de la India, podemos ver también cómo la ley no da justicia; no por falta de evidencia, sino por falta de voluntad. Por ejemplo, en el 70% de violaciones las víctimas suelen ser menores, en los cuales la cuestión de probar que el acto fue con consentimiento no se plantea, y el acusado no puede ser fácilmente condenado. ¿Por qué estos crímenes quedan sin castigo? En el genocidio Gujarat, el pasado marzo, ha habido muchos testigos presenciales/directos de las violaciones - algo que es difícil de encontrar. ¿Pero será la gente condenada?

Conclusión
Queda por ver cómo muchas de estas recomendaciones son aceptadas y de qué manera. Esperar una mayor justicia para la mujer por parte del actual gobierno es inútil. Todos los partidos de la clase dominante están profundamente impregnados de los valores patriarcales y de sus bases de clase/casta elitista que aseguran la legitimización de la violación como parte de la opresión general de la sociedad. Mientras, dan discursos populistas y retóricos y llamamientos a la pena de muerte, los principales partidos han tolerado todo e incluso publicitado casos de asalto sexual y violación en lugares como Gujarat Delhi (pogromo anti-Sikh), Kashmir, noreste, etc. Es muy poco probable que cambios cosméticos en las leyes ayuden a la víctima de violación. Además, los prejuicios patriarcales dentro del poder judicial, la policía y otros sectores del poder van a retrasar aún más la justicia.

En lugar de depender de los procesos legales, todas nosotras [las comunistas revolucionarias] debemos movilizar a las masas a la acción directa contra los violadores y abusadores en el ámbito local. Deben ser humillados y condenados públicamente, y han de compensar a la víctima y disculparse ante ella. Por otra parte, la víctima tiene que ser ayudada social y delicadamente para superar el trauma y recuperar su confianza en sí misma [su autoestima]. Mientras se lucha por cambios en las leyes de violación, acciones sociales, como aislar a los violadores, hundir su reputación, golpearles públicamente, podrían ser acciones militantes efectivas.

Sin embargo, a largo plazo es necesario comprender la violación como un arma de sometimiento y vincularla al patriarcado y a la explotación de clases. El movimiento debe, en última instancia, movilizar a la mujer para luchar por un cambio en la estructura básica de la sociedad que erradicará el patriarcado y, con él, la violación. 


Fuente: Scripting the Change - Anuradha Ghandy (obras escogidas).

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