Cambios
en la Ley de Violación
Anuradha
Ghandy
“No
hay nada nuevo en que las mujeres sean violadas. Ha sucedido durante años” –
Ministro de Defensa, George Fernandes, durante el “Debate Gujarat” en el
Parlamento.
A la vez que este rechazo
insensible de uno de los más atroces crímenes contra la mujer es indignante, es
también representativo de la actitud general hacia la violación - de la
sociedad, del Estado, de los poderes fácticos. A lo largo de la Historia, desde
la época de la esclavitud hasta la era del imperialismo, pasando por el
feudalismo y el capitalismo, ha habido un apoyo no escrito a la creencia de que
la mujer puede y debe ser "tomada por la fuerza". Desde el comienzo
de las sociedades clasistas y del patriarcado, la violación no sólo ha sido un
arma para "mostrar a las mujeres cuál es su lugar"; ha sido usado
también para darle una lección a comunidades enteras, como un instrumento de
movilización política, para motivar a la comunidad en conflictos armados, como
represión contra movimientos sociales, como un acto de agresión por parte del enemigo
en la guerra. Qué ironía: si bien las mujeres han tenido poco o nada que decir
en la toma de decisiones, son ellas quienes sufren las consecuencias... tienen
sus cuerpos maltratados, sus mentes destrozadas. Debido a la presión del
creciente movimiento de la mujer, ha habido cambios en las leyes sobre
violación, se han establecido "rape crisis centres" [lugares en los
que se ofrecen ayuda a las víctimas de agresiones sexuales] y ha habido algunos
cambios de actitud en los medios de comunicación de los países imperialistas.
El número de violaciones realizadas en estos países (superior al de violaciones
reportadas) todavía continúa siendo alto, mostrando que la violación es parte
integral del patriarcado y del sistema de clases.
Recientemente, las leyes sobre
violación han vuelto a ser revisadas. La "Comisión de Derecho" ha
dado una serie de recomendaciones, algunas de las cuales ya han entrado en
vigor. El caso reciente de una estudiante universitaria del Colegio Médico
"Maulana Azad" en Delhi que fue violada a plena luz del día en el
centro de la ciudad conmocionó a todo el país. Una vez más, el Ministro del
Interior, L.K. Advani de cara a la galería comenzó pidiendo a gritos la pena de
muerte para el violador mientras George Fernandes cambió totalmente su anterior
postura, declarando que los violadores deberían ser disparados. El movimiento
de la mujer, sin embargo, ha reaccionado fuertemente a esto, argumentando que
la pena de muerte difícilmente puede ser la solución. Hemos visto que cuanto
mayor sea el castigo proporcionado, menores serán los casos en los que se
produzcan condenas. Cuando la tasa de condenas es tan baja esto seguramente no
ayudará. Algunos consideran que la mujer
puede ser asesinada después de ser violada si la pena para ambos delitos es la
muerte. Además, la vinculación del acto de la violación con el asesinato, como
el BJP está haciendo, refuerza aún más el punto de vista feudal de que una
mujer violada es tan buena como una muerta y no tiene ninguna razón para vivir.
En lugar de la pena de muerte, son
cambios en la actitud y en los procedimientos los que se exigen. Sin embargo,
es muy irónico que en la India hayamos estado siguiendo una ley sobre violación
redactada por los británicos en 1860, y que incluso después de la transferencia
de poder no ha sido cambiada, mientras los propios británicos han modernizado
sus leyes sobre violación. Sólo después del caso de la violación de Mathura y
del crecimiento del movimiento de la mujer en la India se han cambiado las
leyes sobre violación por primera vez en 1983. Se ha fijado un castigo mínimo
de 5 años y, en casos de violación bajo custodia, la carga de la prueba (de
probar su inocencia) está en el acusado. Ahora, la Comisión de Derecho, en
2002, ha hecho varias recomendaciones: los actos correspondientes al
interrogatorio se han modificado, de manera que el historial de la víctima no
se toma en consideración y la necesidad de un "correcto historial" no
se convierte en un factor que perjudica a la víctima. No obstante, para
entender las leyes y los cambios propuestos es necesario examinar la política
de violación y cómo el patriarcado se manifiesta a través de ellas. Además, a
pesar de la Ley y de la supuesta preocupación del Estado por la seguridad de
las mujeres, el "Centro Nacional de Investigación Criminalística"
indica que el número de violaciones se ha incrementado desde 15.330 en 1997
hasta 16.496 en el año 2000. Incluso, según Veena Goswami, consejero legal de
la Comisión de la Mujer de Delhi, sólo el 20% de las violaciones son
reportadas. Alrededor del 30% de las víctimas son presionadas para retirar sus
denuncias. Algunos casos de violación están 10 ó 15 años en los tribunales, y
sólo el 4% de las víctimas obtienen justicia.
La
violación a lo largo de la Historia
Analicemos cómo se ha utilizado la
violación como arma de subyugación/sometimiento en la antigua India y en la
sociedad medieval feudal. El folleto publicado por el PUCL y DR, llamado Violación, Sociedad y Estado, rompe con
el mito, propagando hoy en día por las fuerzas Hindutva (hinduistas), de que la
mujer en la antigua India disfrutó de un alto estatus. El hecho es que en ningún momento de su vida la mujer
ha disfrutado de independencia - el hombre ha sido su amo y ha ejercido sus
derechos, bien obligando a su esposa a cohabitar con quien él quisiera o a
tener hijos, como el impotente Pandu hizo con sus dos esposas, bien para
apostarla, como Dharamraj Yudhishthir hizo a Draupadi, o para expulsarla de su
reino, como el "gran" señor Rama hizo a Sita. Incluso en el "Rig
Veda", el concepto de la utilidad de la mujer se basa en su sexualidad.
Después de crear el hombre, el "gran" Prajapati, "señor de todas las criaturas", creó a la
mujer:
"Voy a hacerle una morada (a la
simiente)” y creó una mujer. Tras crearla, la puso debajo y la veneró. Por lo
tanto, póngase a la mujer debajo y venéresela. Él extendió su órgano
eyaculador, y con éste la preñó." [Bhradaranyak
Upanishad, Brahmana IV, ii].
Que la violación no fue solamente
permitida sino también promovida es evidente por el verso que sigue. En el caso
de que una mujer no ceda a pesar de los halagos y sobornos, se aconseja al
hombre que "debe golpearla con un palo o con su mano y triunfar sobre
ella, diciéndola "con poder, con gloria, yo arrebato tu gloria"".
Así, la mujer se convierte en un ser despreciable. El violador no sufre ninguna
estima. El gran maestro de los dioses, Brhaspati, no sufre ningún castigo por
violar a una mujer casada -el castigo cae en su hijo, que nace ciego.
La misma importancia dada al honor
y a la contaminación de la pureza femenina, como instrumentos de degradación
del nombre de la familia, aparece en el feudalismo europeo. De hecho, la
palabra "violación" procede del verbo francés "raper":
robar. Mientras que el asalto sexual es un acto de agresión al cuerpo y la
mente de la mujer, la palabra no hace referencia a este ataque violento contra
sus derechos (respecto a su sexualidad); más bien, le da importancia a su
"honor", que le ha sido robado. Y,
de nuevo, no es su honor lo que preocupa a la sociedad sino el de su
hombre, el de su familia. ¡En el Derecho antiguo, el castigo a la violación era
mayor si la víctima estaba casada y menor si estaba soltera! Comparando la
historia con la situación en la India actual, se llega a una única conclusión:
¡qué buenas son las fuerzas de "Hindutva" (las fuerzas hinduistas) reviviendo
nuestro pasado "glorioso"! ¡Con qué sinceridad han emulado a los
dioses en palabras y hechos en la carnicería contra los musulmanes en Gujarat!
La ley, incluso hoy en día, está escrita de tal forma que, en lugar del
acusado, es la víctima de violación la que tiene que mostrar indirectamente su
inocencia. Es la única ley en la que el delito se contagia a la víctima. La
víctima es víctima dos veces.
Para entender las demandas de
cambios en las leyes de violación, debemos entender cómo la violación es un
instrumento de agresión y represión. En primer lugar, como Engels ha señalado
en El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado, la opresión de la mujer se institucionaliza tras el
desarrollo de la propiedad privada y la sociedad de clases. La institución de
la familia es una de las principales instituciones que producen y reproducen el
patriarcado.
Como
señala Engels, con el fin de transmitir la propiedad del marido a sus herederos
legítimos, se colocaron diversas restricciones sobre la sexualidad de las
mujeres. El burka o el velo, las diversas normas sociales que restringen la
libertad y la independencia de las mujeres, están relacionadas con esto. La
reducción de las mujeres a la servidumbre y a la esclavitud no sólo ayudaron a
apropiarse de su trabajo, sino que también ayudaron a preservar el patriarcado.
Por lo tanto, en la sociedad ‘gentil’ o de las clases propietarias, una mujer
era propiedad exclusiva de su familia y, para ella, ser vista por otros hombres
era una deshonra para su familia. En los días de la "caballería", era
el deber de los hombre del clan o la comunidad proteger el honor de sus
esposas, y una afronta a sus mujeres implicaba un llamamiento a las armas,
desde duelos privados hasta disputas familiares y guerras. El honor era tan
importante que la mujer debía cometer suicidio o sati (la palabra sánscrita ‘sati’ se refiere al rito o acto en el
cual una mujer se inmola en la pira funeraria del recién fallecido marido, o al
sujeto (en la mayoría de los casos una mujer) que ejecuta la acción de
inmolarse) para salvaguardarlo; los padres debían matar a sus hijos para
preservarlo. Muchas de estas normas feudales aún existen en las sociedades
semifeudales y semicoloniales actuales, y su influencia persiste en las
sociedades capitalistas avanzadas.
Con
el advenimiento de la sociedad de clases y el patriarcado, el Estado que surgió
defendió esta desigualdad y la explotación. Todos sabemos cómo, en el día de la
formulación de la ley temprana, el castigo por el asesinato de un miembro de la
clase propietaria era más alto que el castigo por asesinato de un plebeyo. Es
decir, la clase de la víctima es tomada en consideración. Hoy en día la misma
actitud prevalece en la sociedad de una manera no escrita, incluso es casi un
aspecto escrito o regular de la ley de violación - se hacen preguntas acerca de los antecedentes
de la víctima. Aunque no debería importar legalmente o de otro modo, si la
mujer violada es una prostituta o una “mujer de buena virtud”, se intenta
"manchar" el carácter de la mujer para mostrar que hubo
consentimiento por su parte en el acto sexual. A medida que el patriarcado se
desarrolla en la sociedad, se desarrollan normas sociales para permitir los
crímenes de los hombres contra las mujeres; de hecho, para transferir la culpa
a las propias mujeres. Por ejemplo, golpear a la esposa aún se justifica en la
sociedad. Cualquier mujer que cuestione cualquier acto equivocado de su marido
o de su familia, es atacada violentamente, física o verbalmente. El código de
Manu, en la antigua India, advierte al hombre de la naturaleza seductora e
inmoral de la mujer, echándole la culpa a ella de las aventuras sexuales del
hombre; tanto es así que incluso hoy la esposa acusa a la amante de las
relaciones extramaritales de su marido. En la misma línea, la agresión sexual en la mujer se justifica con “ella
se lo buscó”. Una mujer debe vestir de una manera particular: ropa que
eligió para salir ella sola, para ir a trabajar o hacer algo, ropa que provocó
que el hombre la violara. La actitud que prevalece en la sociedad es la que
necesita ser cambiada antes de esperar cualquier cambio significativo en la ley
y la justicia. Precisamente esta actitud es la que domina el Estado, el
poder judicial, las fuerzas armadas y la maquinaria de la policía y los medios
de comunicación. En otras palabras, los cambios en la ley serán puramente
cosméticos a menos que haya un cambio revolucionario en la sociedad y en el
pensamiento de la gente, de lo contrario, la violación a las mujeres continuará
siendo utilizada como arma de represión y sometimiento.
La violación como sometimiento.
La
violación es un tipo de violencia que tiene múltiples efectos sobre la víctima
y puede dañar su psique hasta el punto de llevarla al suicidio. Después de
sufrir la brutalidad física del acto, cometido a menudo de manera sádica, viene
el trauma emocional. Este trauma se magnifica debido a las actitudes sociales
que disuaden a las mujeres a hablar y a luchar contra la violación, que las
señalan como criminales y no como víctimas. La cultura tradicional representa a
la mujer violada como condenada de por vida, que no tiene otra opción que la
prostitución o el suicidio. De hecho, el mismo informe, se hace referencia más
arriba, dice que una encuesta realizada por la Federación de Amas de Casa de la
India (en la década de 1970) muestra que el 80% de las mujeres entró en la institución
de la prostitución, en primera instancia, como víctimas de violación. Una
víctima no puede casarse si está soltera. El estigma asociado es tan fuerte que
no sólo es que las mujeres duden en presentarse y reportar los casos y luchar
por la justicia a través de los tribunales, sino que ellas mismas sienten que
están contaminadas, estropeadas, derrotadas. Afortunadamente, algunas de estas
actitudes están cambiando a medida que más mujeres hablan. Esto se observó
cuando los equipos de investigación visitaron Gujarat y las innumerables
víctimas de violación de origen musulmán tradicional, tuvieron el valor para
describir con detalle sus experiencias y luchar por la justicia.
Detrás de los
innumerables casos de violación, que son considerados manifestaciones de la
lujuria incontrolada del violador, se refleja una psique que dice que las
mujeres deben ser vistas como objetos sexuales y que su razón de ser es
satisfacer los deseos sexuales de los hombres y dar a luz a niños. La
identificación de las mujeres con sus funciones sexuales y reproductivas es un
tipo de condicionamiento social para niños y niñas que están creciendo. Esto es
útil para las clases dominantes, como el valor de la contribución de las
mujeres a la fuerza de trabajo a través de la función reproductiva, la cual
sigue siendo infravalorada. El tratarlas como objetos sexuales ayuda a mantener
a la mitad de la población sometida. Un gran número de violaciones se producen
dentro de la familia o de la familia extendida, por los vecinos. Los niños, las
niñas y las viudas son dependientes y dentro de las relaciones de trabajo son
inseguras y explotadas. También se producen en gran medida debido a los
esfuerzos de los machos en afirmar, establecer y reafirmar su poder en la lucha de género. Las tendencias
sociales y culturales degeneradas, debido a la persistencia de la cultura
feudal y el crecimiento de la penetración imperialista, han incrementado la
violencia sexual contra la mujer. Debido a la cosificación de la mujer
en los medios de comunicación, en las industrias de belleza, la moda, en el
entretenimiento y en el turismo, las mujeres y las niñas son más vulnerables a la violencia sexual.
La
violación se utiliza como un instrumento para el mantenimiento de la clase, la
casta, las distinciones raciales y éticas y la jerarquía. Si bien esto ha ido
ocurriendo a partir de la sociedad de esclavos, podemos ver que incluso en la
era de la esclavitud moderna en los Estados Unidos las mujeres negras eran
violadas con facilidad, debido a las nociones de supremacía racista y también
para mantener la comunidad etire en cautiverio. En la India, en algunas partes
de Bihar y Telengana, el terrateniente mantuvo el derecho de ser el primero en
mantener relaciones con la novia recién casada de las castas más bajas y de los
campesinos sin tierra. En Maharashtra y en otros lugares, el sistema Devadasi
lleva a las jóvenes a ofrecerse a los sacerdotes de los templos como
prostitutas, debido a la fe ciega y a la pobreza. Otras niñas de las castas más
bajas han sido tradicionalmente cantantes y bailarinas que trabajaban como
prostitutas en las zonas rurales. Las dalits son consideradas propiedad común.
La violación a ellas es tolerada por la sociedad y el Estado hace la vista
gorda. En las zonas en proyecto de desarrollo, las niñas de tribus son
capturadas y violadas por los contratistas no tribales que van allí a trabajar.
En las áreas de trabajo, las trabajadoras pobres, las mujeres soleras, las
indigentes, las trabajadoras domésticas y, a veces incluso, las trabajadoras de
salud en las zonas rurales, son violadas siendo conscientes de que la clase del
violador lo salvará del castigo, mientras que la víctima es privada de la
justicia.
La violación se utiliza como método de afirmación del poder político
sobre una comunidad, la casta, o las pobres en general. La policía, los
burócratas y los señores feudales en las zonas atrasadas violan a las mujeres
del pueblo con impunidad. Las castas-élites superiores usan la violación para
humillar a una comunidad Dalit que se muestra cada vez más firme o para
suprimir la creciente afirmación de la mujer. La "violación bajo
custodia" es muy frecuente, con la policía humillando a las personas que
están arrestadas. En zonas en
conflicto de clases, el ejército, las fuerzas paramilitares y la policía
rutinariamente violan y humillan a mujeres que luchan por la justicia. Esto se
vería durante la guerra de Vietnam, en Bosnia y en África, entre otros lugares.
En la India se ve en Kashmir, el noreste, Telangana y en el movimiento
naxalita. Incluso en movimientos pacíficos como el que hay
contra la construcción de la presa de Namada las mujeres han sido violadas.
Hoy
en día, con el ataque de las fuerzas de Hindutva contra las minorías, ciento de
mujeres de las minorías han sido violadas y asesinadas con el respaldo del
Estado en Gujarat. Incluso antes de esto, durante los disturbios comunales, las
mujeres han sido violadas para dar una lección a la comunidad o para
instigar/motivar a otra comunidad a luchar. Así, las monjas fueron violadas en
Jhabua, Madhya Pradesh, para darle una lección a los misioneros cristianos;
mientras que las mujeres Dalit son violadas para advertir a la comunidad de las
consecuencias de reclamar dignidad y respeto.
La violación y la ley.
Pasando
por las leyes existentes contra la violación, primero vamos a confrontar la
mayor ironía: ¿quién es el que lucha por la víctima de violación, en contra del
acusado? Nada menos que el Estado burgués, uno de los más grandes autores de la
violencia contra las mujeres, cuyo objetivo es mantener el statu quo del
patriarcado. Aunque aparenta ser un Estado del bienestar, uno que posee la
responsabilidad de hacer justicia a la mujer agraviada, ella, como tal, no
tiene voz real en la lucha, en su caso. La víctima de violación es un mero
testigo de su caso. Su destino depende de la piedad de la policía, que realiza
la panchanama [la transcripción de la declaración, del testimonio de los
hechos], del fiscal, del funcionario del gobierno, del juez y otros
representantes del Estado, cuyas mentes
están llenas de la ideología de su clase/casta y de los prejuicios patriarcales
y cuyos bolsillos están llenos de dinero no contabilizado.
A
continuación podemos examinar las diversas lagunas en la ley, que dan cuenta de
la baja tasa de condenas en casos de violación. En primer lugar, ¿qué
constituye el delito de violación de acuerdo con la ley? De acuerdo con la
Sección 975 del Código Penal de la India, la violación se comete cuando un
hombre tiene relaciones sexuales con una mujer contra su voluntad o sin su
consentimiento. Teniendo en cuenta los sesgos patriarcales del poder judicial y
otras alas del aparato estatal, invariablemente acusa a la víctima de ‘floja’, de
‘provocativamente vestida’, etc., esta cláusula actúa como una escapatoria para
el culpable.
El castigo normal para la violación es un
mínimo de 7 a 10 años de prisión y, el máximo, cadena perpetua con una multa.
El tribunal tiene el poder de imponer una sentencia por debajo de la mínima.
Para ello, debe explicar las razones especiales para dar una pena más leve en
su sentencia. No hace falta decir que los tribunales lo hacen en cualquier
oportunidad que tengan para hacerlo. O bien el violador es tolerado por ser
demasiado viejo o demasiado joven, temiendo que su futura vida pueda echarse a
perder, o porque él es el único sostén de su familia y esto debe ser
considerado. Y así sucesivamente. La ley prevé penas más severas, es decir, una
pena de prisión de 10 años o por vida, además de una multa, en virtud de las
diversas circunstancias de la "violación bajo custodia", de la
responsabilidad de la violación de una mujer embarazada, de una chica menor de
12 años y las violaciones en grupo. Incluso en estos casos especiales, el
tribunal tiene el derecho de otorgar pena más leve, mientras que dé razones
adecuadas. La sección 354 del IPV se ocupa del ultraje a la decencia de la
mujer, que es un delito conocible, susceptible de fianza y con un castigo de
hasta dos años.
La
causa de la defensa se basa en probar que la relación sexual no fue en contra
de su voluntad. La palabra de la víctima, de que ella no dio su consentimiento,
no es considerada válida (excepto en el caso de "violación bajo
custodia" policial y de violación a un niño/niña). Mientras que un acto
como una violación puede no tener testigos, la víctima ha de probar que ella
dio la voz de alarma y puso resistencia. La
actitud de los jueces, tal como se refleja en las sentencias, es material para
el humor negro; a veces un juez considera la falta de lesiones en el cuerpo
como prueba de que ella dio su consentimiento, mientras que en otros casos la
descripción detallada de la resistencia escrita por una víctima es considerada
como demasiado detallada para ser cierta.
Por
lo tanto, diez años después de los cambios que habían tenido lugar en 1983, se
inició otra campaña para los cambios en la ley de violación. En los últimos
cinco años, numerosos talleres realizados por grupos de mujeres, centros de asistencia
legal y mujeres abogadas han originado propuestas de cambios. Estas propuestas
se han dado a la Comisión de Derecho (LCI) que, a su vez, han tenido en cuenta
sus recomendaciones a las autoridades. Recomendaciones que eran el resultado de
una batalla legal emprendida desde 1994 por una ONG llamada Sakshi en Nueva
Delhi, enfrentándose a un caso de abuso sexual de una menor de ocho años de
edad a manos de su padre, un funcionario gubernamental. En el transcurso de la
causa, el Tribunal Supremo instó a la LCI a revisar las leyes de violación
existentes y recomendó una serie de cambios que incorporan los intereses tanto
de la mujer como de los niños y niñas. Junto con Sakshi, el IFSHA
(Intervenciones para Ayudar, Curar y Concienciar), toda la Asociación Democrática
India de la Mujer y la Comisión Nacional de la Mujer (todas las organizaciones
que buscan reformas dentro de las estructuras de poder existentes) fueron
consultadas y dieron sus sugerencias.
Cambios recomendados por la Comisión de Ley
en el Código Penal Indio, 1860 sección 975:
1. El primer cambio importante recomendado por la Comisión de Ley es que
la palabra "violación" sea reemplazada por "asalto sexual".
Esta se ha incluido en una sola categoría junto al "delito contra el
pudor". Anteriormente, la vaga
definición e interpretación del término se había convertido en una excusa para
apelar al castigo más ligero. Por ejemplo, en un caso, en el cual un
"Major Singh" había abusado de una niña de siete meses de edad, cada
juez tenía un punto de vista diferente del asunto. Un "docto" juez
preguntó cómo una niña podía tener algún pudor y estar indignada por lo
sucedido. Mientras que otro juez preguntó si el pudor residía en los ojos del
testigo y si su intención era ultrajar/deshonrar al Major Singh.
2.
En segundo lugar, en lugar de restringir la violación a las relaciones
sexuales, ahora otros actos sexuales, incluyendo la penetración con objetos
como palos (a menudo usada en la tortura policial o en disturbios populares),
serían considerados asalto sexual. Esto también se hace teniendo en cuenta la
violación de niños, donde puede no haberse dado la penetración pene-vagina. Se
recomienda insertar una nueva sección (376E) en el "Contacto Sexual
Ilegal", mientras que en la Sección 977 (la relación homosexual como una
ofensa natural) se recomienda que el Fir [un documento escrito preparado por la
policía a partir del cual la policía comienza a investigar un caso] sea hecho
por una mujer policía o mujer funcionaria del gobierno o en presencia de una
trabajadora social, y que haya cambios en el examen médico de la víctima y en
el modo de grabación de confesiones y declaraciones.
Está
claro que los cambios anteriores continúan dejando un amplio margen y muchas
lagunas -por ejemplo, una mujer tiene que probar que ella no dio su
consentimiento y también dar una prueba clara de esto. La Comisión de Ley no ha
aceptado que el "consentimiento" se reemplace por "acuerdo
voluntario inequívoco". No se reconoce la violación en el matrimonio.
Además, una campaña está comenzando a protestar contra otro inconveniente de
las recomendaciones - que la ley tiene un género neutral. Teniendo en mente el
abuso sexual infantil, que incluye el abuso de chicos, la ley posee un género
neutral. La ley propone agrupar a las mujeres, los niños y los homosexuales,
cada uno de los cuales está oprimido de diferentes maneras, en la misma
categoría. Buscando ampliar los alcances del abuso sexual, esta recomendación
solamente complica las cosas. Permite que los hombres acusen a las mujeres de
asalto sexual.
La sociedad india tiene un fuerte sesgo patriarcal... y el nivel
de la política está tan degenerado que no es fantasioso pensar que tal
recomendación será usada erróneamente. Más seriamente, el punto es que cada una
de estas categorías presenta sus especificaciones y necesidades especiales; el
abuso sexual infantil es un problema social importante en la India, y se
necesita también una ley separada para afrontarlo. El asalto y abuso
homosexuales son un asunto en el cual se han realizado recomendaciones sin
consultar a los interesados y sin discutir los problemas que ellos afrontan. Lo
más importante en la India, donde el asalto físico y sexual de las mujeres está
tan extendido, y donde está social y políticamente legitimado: ¿cuál es el
propósito de cambiar las disposiciones sobre violación para que sean neutrales
al género? Este enfoque está divorciado
de la realidad social y política india. Muchos grupos de mujeres se han opuesta
a la recomendación.
En
cuanto al castigo por asalto sexual, la LCI recomienda el aumento de la pena
mínima a siete años. Con respecto al asalto sexual por parte de un policía o de
un funcionario público, por ejemplo violación bajo custodia, y en el caso de
asalto sexual, se recomienda elevar la pena mínima hasta diez años. En la
sección 376A se recomienda que si un hombre que está separado de su mujer
comete asalto sexual contra ella, la pena mínima sea de dos años. La sección
376 D, perteneciente al asalto sexual por un funcionario público, director
general de prisiones y de centros de detención preventiva, personal de hospital
o cualquier miembro de la administración con una mujer en su
custodia/institución/hospital recomienda que la pena mínima no sea menor de
cinco años. Se sugiere añadir una nueva sección 376E para el contacto sexual
ilegal (llamado coloquialmente acoso callejero) y se recomienda la prisión
menor como castigo.
Cambios
recomendados en The Indian Evidence Act 1972: Sección 114A:
Se
recomienda que si se prueba que los acusados cometieron asalto sexual, y se
sostiene la cuestión del consentimiento, entonces, si la víctima afirma que no
dio su consentimiento, el tribunal supondrá que no lo dio. Secciones 53 y 146,
en relación con el carácter pasado de la víctima, han sido modificadas.
¿Cómo
se pueden comparar las leyes de violación en India con las de otros países? En
Filipinas, donde ha habido un fuerte movimiento de la mujer, ha habido algunos
cambios positivos. Las nuevas leyes reconocen que la violación no es un crimen
contra la castidad sino un crimen contra las personas y la cuestión de los
derechos humanos. Expanden la definición de violación para incluir el asalto
sexual y crea en éste dos categorías, una más grave que la otra. Implícitamente
reconoce la violación en el matrimonio como un crimen. En EEUU, donde ha habido
un movimiento de liberación de la mujer muy fuerte en los años 60 y 70, también
han cambiado las leyes de violación. En 1984, un tribunal de Nueva York
consideró inconstitucional la exención de la violación dentro del matrimonio.
Algunos otros países, como Rusia, Suecia, Dinamarca y Australia, permiten el
procesamiento del marido por violar a su esposa. Sin embargo, nos encontramos con
que tanto en Estados Unidos como en Filipinas hay una tasa muy alta de
violencia sexual contra la mujer, lo que confirma nuestra concepción de que sin
un cambio revolucionario en las relaciones de clase y sin la erradicación del
patriarcado, el asalto sexual contra la mujer no cesará. En el contexto de la
India, podemos ver también cómo la ley no da justicia; no por falta de
evidencia, sino por falta de voluntad. Por ejemplo, en el 70% de violaciones
las víctimas suelen ser menores, en los cuales la cuestión de probar que el
acto fue con consentimiento no se plantea, y el acusado no puede ser fácilmente
condenado. ¿Por qué estos crímenes quedan sin castigo? En el genocidio Gujarat,
el pasado marzo, ha habido muchos testigos presenciales/directos de las
violaciones - algo que es difícil de encontrar. ¿Pero será la gente condenada?
Conclusión
Queda por ver cómo muchas de
estas recomendaciones son aceptadas y de qué manera. Esperar una mayor justicia
para la mujer por parte del actual gobierno es inútil. Todos los partidos de la
clase dominante están profundamente impregnados de los valores patriarcales y
de sus bases de clase/casta elitista que aseguran la legitimización de la
violación como parte de la opresión general de la sociedad. Mientras, dan
discursos populistas y retóricos y llamamientos a la pena de muerte, los
principales partidos han tolerado todo e incluso publicitado casos de asalto
sexual y violación en lugares como Gujarat Delhi (pogromo anti-Sikh), Kashmir,
noreste, etc. Es muy poco probable que cambios cosméticos en las leyes ayuden a
la víctima de violación. Además, los prejuicios patriarcales dentro del poder
judicial, la policía y otros sectores del poder van a retrasar aún más la
justicia.
En lugar de depender de los
procesos legales, todas nosotras [las comunistas revolucionarias] debemos
movilizar a las masas a la acción directa contra los violadores y abusadores en
el ámbito local. Deben ser humillados y condenados públicamente, y han de
compensar a la víctima y disculparse ante ella. Por otra parte, la víctima
tiene que ser ayudada social y delicadamente para superar el trauma y recuperar
su confianza en sí misma [su autoestima]. Mientras se lucha por cambios en las
leyes de violación, acciones sociales, como aislar a los violadores, hundir su
reputación, golpearles públicamente, podrían ser acciones militantes efectivas.
Sin embargo, a largo plazo es
necesario comprender la violación como un arma de sometimiento y vincularla al
patriarcado y a la explotación de clases. El movimiento debe, en última
instancia, movilizar a la mujer para luchar por un cambio en la estructura
básica de la sociedad que erradicará el patriarcado y, con él, la
violación.
Fuente:
Scripting the Change - Anuradha Ghandy (obras escogidas).
Para descargar: https://mega.nz/#!0glQBRoa!gow8vVEHPCSFtEybhvwlGrIH5cnfSzcb3d3wc1poIkM
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